Gracias a la aplicación de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación en materia bancaria, a los ciudadanos y las ciudadanas les resulta mucho más sencillo llevar un férreo control sobre sus nóminas de trabajo y sobre su cuenta corriente en general.
Por norma, es común que los usuarios de cualquier entidad bancaria dispongan ya de su propio espacio virtual en internet, desde la cual no solo es posible controlar el dinero personal y los fondos de los que se dispone, sino pagar seguros, cumplir con las principales obligaciones tributarias, gestionar pensiones y, por qué no, abrir una cuenta secundaria con absoluta facilidad.
Algunas personas no se atreven a administrar una cuenta secundaria, pero en realidad no solo es útil, sino necesaria, si tenemos o queremos crear un plan de ahorros. En la cuenta secundaria no solo podemos almacenar ese porcentaje económico de nuestro sueldo que queremos conservar para un fondo de contingencias, sino que también es posible solicitar créditos sin nómina y con Asnef sin que ello interfiera con nuestro sueldo principal. En otras palabras, las cuentas bancarias secundarias son útiles para todo ese dinero extra que no queremos tocar, que necesitamos solo para obligaciones puntuales, y que en general no queremos que se mezcle con el dinero del alquiler o del ocio.
Por otro lado, a nivel informático, es decir, de interfaz, crear y gestionar una cuenta secundaria es la cosa más sencilla del mundo. Los bancos nos permiten llevar a cabo la operación desde la propia cuenta principal, lo cual hace que todo sea mucho más sencillo. También nos dejan pasar de una cuenta a otra con facilidad dentro del mismo espacio privado, ahorrándonos así tener que introducir en cada caso el nombre de usuario y la contraseña una y otra vez.
Así, si en algún momento solo queremos acceder a la cuenta secundaria para comprobar el estado de nuestros ahorros o la recepción de nuestros préstamos personales rápidos sin papeleos, podemos hacerlo en un abrir y cerrar de ojos, regresando enseguida a la cuenta principal. Todo son ventajas gracias a las NTICs y los servicios bancarios.